LA ALFARERÍA EN LA ARENA

El arte y la habilidad de fabricar vasijas y objetos de barro de los moradores de La Arena, se remonta casi a sus propios orígenes. Es la industria típica de esta población. Al principio elaboraron los utensilios de primera necesidad y de formas rudimentarias, pero bien pronto avanzaron en la pericia de la cerámica más perfeccionada y variada. Tanto mujeres y hombres areneros han sido muy laboriosos en la destreza de la alfarería. Durante muchos años han estado fabricando a mano cazuelas, ollas, tinajas y cántaros. Cada familia, podemos decir, posee la maestría y el secreto antiguo de moldear el barro.

Anteriormente era un proceso que utilizaban los indios en el cual se sacaba el barro necesario para el trabajo a realizar, se secaba, luego se pilaba y se ponía en vasijas con agua, al día siguiente, se mezclaba con arena; esta mezcla se amasaba hasta que las manos quedaran con la menor cantidad de ella (casi limpia) y se sintiera la arena, que era lo que evitaba que las vasijas se quebraran al quemarse, después de dejarse secar al aire libre, ponían en el suelo una cama de leña en forma de círculo (uno al lado de otro), colocando las vasijas desde las más grandes hasta las más chicas en forma de pila, éstas eran tapadas con leña hasta obtener una llama larga blanca (la leña era obtenida del árbol de carate, ciruela, guarumo, etc.) también usaban  moñiga (estiércol de ganado recogidas durante el verano), ya que la llama corta es muy fuerte y rompe las vasijas (árbol de agallo, macano, uvero, etc.) Estas quemas eran vigiladas y las personas usaban una vara para enderezar los palos o moñigas caídas. 

En la actualidad, no se usa el sistema anteriormente descrito, ya que era muy complicado y delicado a la vez y llevaba más tiempo del que ahora se utiliza. Ahora se pintan las vasijas con colores preparados y se esmaltan con barnices, ambos productos importados. 

El Primer taller funcionó en una casa particular propiedad del señor Ezequiel Batista. Aunque el comercio de la alfarería es antiguo en la comunidad, hasta el año 1936 no comenzó a producir en gran escala pingües beneficios y se construyó el gran taller de cerámica de La Arena bajo la administración de la presidencia de Juan Demóstenes Arosemena donde hoy día se producen toda clase de objetos ornamentales y de gran calidad. 

La primera maestra con técnicas científicas fue Diana Julia Chiari. El gobierno le otorgó una beca para que fuese a estudiar a México los adelantos y fórmulas de la avanzada cerámica mexicana. Ella trajo todo un caudal de conocimientos y experiencias que supo transmitir a un grupo de areneros. Mejoró los tornos, maquinarias, hornos, dibujos, pinturas y vidriados. Entre los discípulos de esta gran promoción debemos citar al Sr. Toribio Ruíz, Sr. Ángel Calderón y Sr. Victorio Murillo.

EL Sr. Toribio Ruíz y Ángel Calderón en 1942 y 1945 respectivamente fueron nombrados por el ministerio de educación. Todos los alumnos recibían estos conocimientos de acuerdo con un plan de trabajo elaborado por los maestros de menor a mayor grado. Los mejores trabajos eran vendidos para cubrir las necesidades de la escuela. En navidad todos los alumnos recibían regalos hechos y pintados en el taller (palomitas, periquitos, manzanas, muñecas, floreros, etc.). 

Siendo Ministro de Educación el profesor Federico Velásquez (1959-1960) * ofreció una beca para estudiar en México. Al no poder ir uno de los maestros, fue la maestra Delicia B. Quintero de Santana por dos años. 

Años después los jóvenes que formaban la Cooperativa Cerámica administrada por Victorio Murillo, trabajaron para la Junta Comunal con producción eficiente que ayudó a la mejoría de la comunidad. En ese mismo tiempo la maestra Delicia B. Quintero de Santana, brindó y dio un curso de alfarería y cerámica a los estudiantes del último año en la Normal de Los Santos. 

Cerámicos y alfareros se encuentran a centenares en todo el Corregimiento de La Arena. Una gran parte de la población tiene su industria casera. 

Es una gloria especial para La Arena, ser la primera población en toda la República de Panamá, que tiene una industria de cerámica especializada, sus trabajos son muy apreciados dentro y fuera del país. La Arena sigue con típica dedicación y airoso orgullo el arte alfarero y tradicional de sus antepasados. Y reproduce con fidelidad los diseños indígenas en sus platos y jarrones. 

Fuente: (1)Revista Monográfica de La Arena. Pasado, Presente y Futuro del Corregimiento de La Arena de Chitré, Abril de 1979, Artículo por Carlos Castro Saavedra (2) Quintero de Santana, Delicia B. Pincelada Histórica de La Arena.